En los tribunales de justicia son muchos los profesionales que trabajan para que cada juicio y cada caso salga adelante y tenga una resolución. Desde el juez hasta el fiscal, todos cumplen una función y tienen muy claro cuál es su cometido. Pero hay unos profesionales que, en la mayoría de los casos, pasan desapercibidos, siendo su profesión una de las más necesarias para que cualquier sentencia se lleve a cabo: los procuradores de los tribunales.
El procurador es el profesional de la justicia que se encarga de dar agilidad y eficiencia a cualquier proceso judicial: es el encargado de representar al usuario frente a los tribunales y la justicia, cumpliendo labores de nexo entre el órgano judicial y el usuario y minimizando los tiempos de gestión al encargarse de notificaciones, citaciones y comunicación de informaciones a ambas partes. Existen despachos de procuradores, al igual que de abogados, dos profesiones que están estrechamente vinculadas sin meterse una en el terreno de la otra, por lo que la función de ambos es imprescindible para cualquier proceso judicial.
